Britney Spears: la imagen (y la vida) de un juguete roto por el sistema
La vida y la carrera de la artista vuelve a ocupar los titulares de medios de comunicación de todo el mundo y a hacer bailar los algoritmos de las redes sociales. Acaba de estrenarse el documental sobre su vida, Framing Britney Spears, justo cuando se inicia el juicio que podría capacitarla para controlar su vida, cuya custodia está en manos de su padre. El movimiento #FreeBritney solo acaba de comenzar.
Las cicatrices de no tener infancia
La vida pública de Britney Spears comienza pronto, durante su infancia, y cualquiera puede repasarla solo acudiendo a la hemeroteca. Fue un producto Disney que encandiló por su dulzura e inocencia y todo fue bien hasta que ella quiso tomar las riendas. «No es la primera vez que una estrella infantil americana utiliza su imagen para reafirmarse. Otro de los ejemplos recientes es Miley Cyrus, la diferencia está en el entorno más cercano que ante una situación anormal como es la fama, aporta estabilidad. Miley Cyrus cambió radicalmente de imagen para autoafirmarse y Britney Spears también, aunque con resultados distintos.», explica M.ª José Llata de Peluquería Llata Carrera desde Santa Cruz de Bezana (Cantabria).
Adjetivos para chicas rebeldes
La conducta poco ortodoxa, siempre según los cánones establecidos, tilda a las mujeres que se atreven a romper las normas de histéricas y locas. «La histeria parece solo cosa de mujeres y lo es. La palabra histérica proviene del griego hysterikós y significa «relativo a la matriz y a sus enfermedades», por tanto, solo nosotras somos histéricas literalmente. Sin embargo, el término nos estereotipa según nuestro sexo y arrastra una connotación negativa hacia toda conducta femenina vehemente. Por eso, aquella mujer que se rebela debe ser desacreditada y eso fue lo que le sucedió a Britney Spears cuando decidió cambiar su melena, respetuosa con lo que se esperaba de ella, por el rapado, todo un grito contra un sistema que la acosaba y una forma de querer apartarse radicalmente de él.», afirma Raquel Saiz de Salón Blue desde Torrelavega (Cantabria).
Cuando la víctima es siempre culpable
Los hombres son transgresores, las mujeres están locas. Por eso son las culpables de sus propios males. Así parecen definirse a aquellas que no acatan lo que se les dice. «Su despegue musical se hizo a base de sexualizar su imagen, es un recurso muy manido y tenemos muchos ejemplos. Aparecía con ropa escolar, pero muy sexy, con dos coletas, pero cantando como si nada sus letras picantes. Y cuando la presión la desbordó y decidió distanciarse de lo que le hacía daño, llegaron las consecuencias a modo de represalias. El juguete roto se convirtió en un monstruo. «, sostiene Charo García de Salón Ilitia desde Balmaseda (Bizkaia).
Looks que definen una vida
Su imagen ha evolucionado, ha crecido con ella y su carrera, y ahora parece estar decidida a ser de nuevo su dueña. «Con los años ha dejado la sensualidad inocente, sus flequillos, sus texturas más definidas y las capas juveniles cerca de su rostro y las ha sustituido por cortes más maduros que evitan una imagen aniñada. Nada de flequillos, ahora se peina con la raya en medio, con texturas más naturales y un tanto irreverentes. Lo que se mantiene es la melena más o menos larga rubia. Ha conservado un cierto estilo, un tanto clásico, pero no aburrido. Excepto en aquel episodio en el que decidió raparse, ahí fue cuando demostró todo lo que se puede decir con el pelo.», concluye Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga.