Que no se te caiga el pelo: cómo revertir los efectos de la primavera y la pandemia
A la caída estacional típica de la primavera, se le ha unido el estrés por la pandemia. Pero, además, ahora se ha comprobado que en algunos pacientes de COVID-19 la enfermedad también provoca una caída intensa. El pelo es un fiel reflejo de nuestra salud física y emocional, así que, ante el primer signo de alarma, debemos saber qué está ocurriendo y acudir a un especialista para que valore qué sucede. En este artículo los expertos analizan los tipos de caída y cómo responder ante cada signo.
Caída estacional
Este tipo de caída se produce dos veces al año, en la primavera y el otoño, aunque en esta última época es más acusada y es un mecanismo de renovación natural de la melena, por lo que no debe asustarnos. «El pelo nace, crece y cae en tres fases. La primera es la más larga, la de crecimiento y también conocida como anágena, que dura entre 2 y 6 años. En esta fase se encuentra el 90% de la melena, creciendo 1 cm por mes. La segunda es la de reposo, catágena, que se produce cuando el 10% del pelo restante deja de crecer. La última, la catágena, es la que produce la caída y dura unos 3 meses, dando paso a que otro pelo vuelva a nacer. Podemos ayudar al pelo a regenerarse, si queremos, pero no debe inquietarnos.», explica M.ª José Llata de Peluquería Llata Carrera desde Santa Cruz de Bezana (Cantabria).
Qué hacer o no hacer
La caída siempre asusta, sin embargo, si está dentro de lo habitual en los mismos periodos del año, no debe preocuparnos. «La clave de si debemos preocuparnos es observar la presencia o no de clapas en el cuero cabelludo. Ya que cuando la caída es estacional la densidad y el volumen se mantienen y no aparecen calvas, además de que está limitada en el tiempo. Si se excede o es demasiado intensa, entonces es necesario que un médico lo analice para saber qué la causa y tratarla.», comenta Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga.
Pérdida por padecer COVID-19
Se ha constatado que una de los efectos secundarios es una pérdida masiva de pelo, sucede entre el 25-30% de los pacientes de coronavirus, aunque luego la caída cesa y el manto capilar se regenera por sí solo. «En algunos pacientes de coronavirus se produce una caída severa del pelo, llamada efluvio telógeno agudo, que se parece al tipo de caída que causa el estrés continuado. Sin embargo, la buena noticia es que este tipo de alopecia no causa una pérdida permanente, sino que sucede durante un tiempo y luego el pelo se regenera.», asegura Felicitas Ordás de Felicitas Hair desde Mataró (Barcelona).
Estrés y pandemia
La pandemia nos está provocando cansancio y estrés. Seguimos viviendo momentos de incertidumbre y eso está provocando un aumento de la pérdida del manto capilar. «Estamos notando entre nuestros clientes una mayor preocupación por la caída intensa del pelo que seguramente es debida al estrés que causa la pandemia. Eso se produce porque al estar más tensos y nerviosos los folículos pilosos se contraen y el riego sanguíneo disminuye como consecuencia. De este modo un mayor número de cabello, el 50%, pasa a la fase telógena, la de la caída. Calmarnos es el primer paso para disminuir la alteración en el cuero cabelludo.», indica Raquel Saiz de Salón Blue desde Torrelavega (Cantabria).
Cómo combatir la caída
La alimentación es una de las claves para ayudar al organismo a reforzarse para conseguir que el pelo vuelva a nacer y lo haga además sano y fuerte. «La situación de estrés continuado que estamos viviendo está pasando factura a nuestro pelo, dejándolo caer. Facilitaremos que el folículo piloso no esté inflamado con una dieta antiinflamatoria que elimine el azúcar, el gluten, los lácteos o el alcohol y que sea muy rica en verduras y frutas variadas, pescado y otras grasas saludables como las del aguacate o las nueces. También podemos recurrir a suplementos a base de ácidos omega 3, 6 y 9 o bien otros específicos para el cabello.», señala Manuel Mon de Manuel Mon Estilistas desde Oviedo.