Cáncer de Mama: pacientes oncológicos y cuidados del cuero cabelludo
En España este tipo de cáncer supone el 30% de todos los tumores del sexo femenino, según datos de Observatorio del Cáncer AECC. Afecta sobre todo a mujeres entre 45 y 65 años, y según esta misma fuente, 1 de cada 8 mujeres lo padecerá a lo largo de su vida. Sin embargo, un diagnóstico precoz y los avances en su tratamiento garantizan que cada vez se supere con un mayor éxito. El diagnóstico de cáncer de mama tiene un alto impacto emocional para las mujeres. Por eso, también debemos tener en cuenta que durante el proceso de tratamiento las pacientes se encuentran con numerosos altibajos frente a los cuales el cuidado de la imagen juega un papel fundamental para su recuperación.
Cuando se inicia un tratamiento oncológico, da comienzo un proceso de altibajos en el estado físico y también en el anímico. Los cambios en la imagen influyen en el ánimo de las pacientes y pueden repercutir incluso en su mejoría frente a la enfermedad. “Las mujeres que se están tratando contra el cáncer de mama ven afectada su feminidad en muchos casos. El pecho, pero también la pérdida de pelo es un ataque a su esencia y deben dejar de pasar un tiempo hasta que la reconstruyan, en un proceso en el que es muy importante que se sientan apoyadas por todos, por los profesionales, los seres queridos y la sociedad entera.”, afirma M.ª José Llata de Peluquería Llata Carrera desde Santa Cruz de Bezana (Cantabria).
Es importante señalar el papel tan positivo que tiene el cuidado de la imagen para la mejora del ánimo de estas pacientes y por tanto para su recuperación. “Cuando estamos atravesando un tratamiento oncológico es importante cuidar la imagen. Existen numerosos hospitales por toda España con programas específicos para ello y siempre con el asesoramiento de médicos y enfermeras. Esto es así porque se ha hecho patente que ayudar a estas mujeres a cuidarse y a intentar paliar los efectos que el tratamiento produce sobre la piel y el pelo, facilita que se vean mejor, que la diferencia con su imagen anterior sea menor y eso las anima para seguir luchando. Por eso, debemos reforzar que estas pacientes se cuiden y mejoren su imagen para fortalecerlas emocionalmente y que puedan superar este trance de la mejor manera.”, concluye Felicitas Ordás de Felicitas Hair desde Mataró (Barcelona).
Antes de la caída o durante el tratamiento si no se ha caído, es fundamental cuidar al máximo nuestro pelo. Debemos evitar tirones ni tratamientos agresivos como tintes, así como reducir al máximo el empleo de secadores y planchas. “Los tratamientos oncológicos debilitan el pelo y en ocasiones lo transforman temporalmente. Así es posible que se vuelva más fino, rizado o más canoso a la espera de que las células responsables de la pigmentación vuelvan a recuperarse por sí solas. Contar con que eso es normal, pero que luego vuelve a su estado anterior, tranquiliza y da confianza en uno mismo. Del mismo modo, recomiendo cuidarlo al máximo, utilizar champús suaves, nutrirlo y cortarlo para que crezca fuerte”, asegura Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga.
La caída del pelo puede verse acompañada de caída de parte del vello corporal, por ejemplo, cejas y pestañas en el rostro. El cambio en la imagen es un recuerdo para la persona de que está enferma y en el caso de que sea muy brusco puede provocar decaimiento. “Es fundamental acompañar y explicar todas las posibles soluciones, desde pelucas a maquillaje de cejas. La piel con los tratamientos oncológicos tiende a estar reseca, apagada y muy sensible, y la del cuero cabelludo también. Así que debe ser cuidada como si fuera la del rostro, por lo que es fundamental que se hidrate con cosméticos naturales y que se eviten aquellos ingredientes irritantes como parabenos y siliconas.”, añade Carlos Valiente de Salones Carlos Valiente desde Alzira (Valencia).
Lo mejor es avanzarnos a la caída cortando el pelo y empezando a escoger los accesorios que van a disimular nuestra calvicie o bien protegernos del frío y del calor. “No todas las mujeres llevan mal la pérdida de pelo, sin embargo, es importante cuidar la piel del cuero cabelludo y resguardarla del exceso de calor y frío, así como de una prolongada exposición solar. Es habitual que durante el tratamiento el cuero cabelludo esté irritado y se produzcan picores. Por eso, cortar el pelo antes ayudará a mitigar la irritación. Y si lo hemos perdido por completo y no llevamos la cabeza tapada, importante la protección solar, la piel tiende a ser fotosensible.”, aconseja Raquel Saiz de Salón Blue desde Torrelavega (Cantabria).