Pixies, bobs…¡la libertad está en el corto!
El pelo largo ha sido considerado durante siglos un símbolo de feminidad e incluso de erotismo. Hasta hace poco los roles de las mujeres estaban muy marcados y todo aquello que se alejase de esa imagen socialmente deseable suponía desprestigio y humillación. Por eso el peor castigo que podía recibir una mujer es que le rapasen o cortasen el pelo. En ese acto la desposeían de la identidad creada para ella y la relegaban a los arrabales de la inmoralidad donde se la consideraba indeseable.
Sin embargo, a partir de Primera Guerra Mundial, en los años veinte, todo eso cambia y las mujeres que deciden explorar su libertad, lo primero que hacen es cortarse el pelo. El primer corto femenino lo realizó el peluquero parisino Antoine en 1909 para rejuvenecer a una actriz de 40 años que debía aparentar veinte menos, aunque fue la llegada de esta moda a Hollywood la que extendió su influencia y todas aquellas mujeres que se abrían a una nueva feminidad más abierta y plural, se cortaban un bob con o sin flequillo. Conociendo la fuerte significación simbólica del cabello, entendemos porqué un buen corte es signo de cambio interior o reivindicación de la propia libertad.
Coincidencia o no, este año de la década de los 20, pero un siglo después, vuelven los peinados cortos en sus diferentes versiones, a lo garçon, mullet, pixie o bob. Toda una declaración de intenciones de cómo nos posicionamos las mujeres y de que no pensamos renunciar a nuestra libertad a la hora de pensar, sentir o actuar.
“Los looks cortos como el pixie ayudan a enmarcar el rostro y dejan brillar por sí solos los rasgos que toman todo el protagonismo. La tendencia actual, muy en sintonía con el espíritu del corte, es dejar fluir la naturalidad a través de diferentes capas que se entrecortan y de desfilados irregulares. Además, lo puedes versionar con un flequillo largo.” afirma María José Llata, directora de Peluquería Llata Carrera en Santa Cruz de Benzana (Cantabria).
El pixie muestra su versatilidad y podemos dejarlo con un tupé elevado más pronunciado que podemos reversionar sobre la frente o todo lo contrario, con un flequillo corto desfilado. “Es un corte que en general va bien con todo tipo de rostros, aunque hay que adaptarlo según las características de cada persona. Yo abogo por la personalización, por el estudio individual de la clienta, no solo en la parte física, sino también en su esfera más profunda y esencial. Realizar ese proceso de búsqueda y hallazgo a través de la imagen del cliente, da sentido al corte, toda una alegoría de liberación personal, y también a la profesión”, nos asegura Charo García Ilitia, directora de Salón Ilitia en Valsameda (Vizcaya).
“El cabello corto aún conserva una connotación de transformación y libertad y en este momento es una de las grandes tendencias. Los cortos son favorecedores, aunque deben adaptarse a cada persona, ya que hacen protagonistas a los rostros. Por eso recomiendo estudiar sus rasgos antes y charlar con la clienta para conocer su personalidad antes de escoger el corte.” afirma Gonzalo Zarauza, asesor de imagen y peluquero. (San Sebastián).
El pixie y el mullet muestran su versatilidad y podemos dejarlo con un tupé elevado más pronunciado que podemos reversionar sobre la frente o, todo lo contrario, con un flequillo corto desfilado. “Los pixies o mullets con el flequillo largo ofrecen muchas opciones, desde peinarlo a un lado o hacia atrás con el tan de moda efecto wet o dejarlo caer sobre el rostro. Además, se pueden reversionar para adaptarse a cada tipo de rostro”, nos asegura Felicitas Ordás, directora de Felicitas Hair en Mataró (Barcelona).
Conocer qué volúmenes y largos nos favorecen más nos ayudará a decantarnos por un estilo u otro. Los rostros ovalados son considerados los más equilibrados y casi cualquier corte les sientan bien. En cambio, las formas alargadas o en forma de triángulo necesitan más volumen en los laterales y la parte superior. Y para los rostros en forma de corazón, los flequillos son una muy buena opción. Pero más allá del corte, como lo peinemos nos permitirá sacarle más partido creando nuevos looks según la ocasión. “Si dejamos el flequillo largo, podemos jugar con él, retirándolo hacia atrás, al lado o sobre la frente. También podemos variar con las texturas, el efecto húmedo o las ondas es ideal tanto para pixies como bobs y transforma totalmente el look”, afirma Alexander Kiryliuk, fundador de Sk Style Barcelona en Barcelona.
En cuanto a los bobs, se reversionan muy fácilmente, tal y como nos sugiere Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros en Málaga: “Los bobs hasta la barbilla son nuestros favoritos en el salón. Pueden llevarse engominados hacia atrás, siguiendo el tan favorecedor y de tendencia efecto wet, también a un lado con un ligero tupé que suaviza el rostro. Con la raya en medio con un liso bien pulido a un acabado más natural que se consigue permitiendo el movimiento libre de las puntas y una raya que no tiene porqué ser matemática a la hora de segmentar la melena.”