¡Todo al rojo! La pasión corona nuestro pelo
Los cobrizos no quieren apagar su protagonismo y se dirigen, por un lado, hacia nuevas tonalidades más intensas y magnéticas. Por otro, se mantiene la chispa de los ginger, más asombrosos que nunca.
Dark red: El fuego de medianoche
«Los rojos se acercan al chocolate para encender los marrones, volviéndose así más fáciles de llevar y de mantener. También, toman fuerza los rojos más vivos y los caobas, tan de moda en los 90. Los tonos más oscuros que se acercan a los berenjenas y vino, favorecen a las teces más morenas y medias. En cambio, los rojos más encendidos quedan bien en casi todos los tipos de teces, destacando en las más claras con ojos claros. Para que no se apague el color, la hidratación es fundamental, es lo que lo mantendrá brillante. Acondicionador en cada lavado y mascarilla, de vez en cuando, es una rutina imprescindible. También, lavarlo con champú para cabello teñido y para refrescar el color, un champú rojo cada quince días.», comenta Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga.
Ginger: El crepúsculo que más arde
«Los ginger continúan aportando esa luz tan especial. Para las más atrevidas, vira hacia tonalidades más encendidas y anaranjadas, dejando atrás la calidez del ámbar. Para aquellas que prefieran los colores medios, se fusiona con los marrones hasta conseguir una tonalidad que se acerca más al nuez, sin perder la magia. Cuanto más claro sea el ginger escogido, más cuidados necesitará, sobre todo, si nuestra base es oscura. En el caso de que sea clara, no. La protección solar es fundamental para que el color no se apague con la exposición solar, también para evitar los daños del cloro y la sal. Si nos lavamos en exceso, favoreceremos que pierda vigor, pero si sucede podemos actualizar el color con un poco de champú rojo. Los ginger destacan más, sobre todo, a las pieles claras o con ojos claros.», asegura Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga.